Durante la temporada de las fiestas de fin de año, se nos promete una Navidad "mágica" o "de cuento de hadas". Pero estas expresiones desgastadas, generalmente utilizadas con fines publicitarios, corren el riesgo de hacernos perder de vista el verdadero significado de esta celebración. Vamos a revelarte los ingredientes para crear la verdadera magia de Navidad, lejos de los aspectos comerciales de esta festividad.
Las personas que practican la Wicca lo saben bien: los brujos no celebran la Navidad, sino Yule, la noche del solsticio de invierno. Yule es la segunda festividad de la rueda del año después de Samain. Se celebra desde la Antigüedad entre el 21 y el 23 de diciembre y varios rituales paganos de esta festividad han inspirado las tradiciones navideñas.
Incluso si no te sientes particularmente atraído por la Wicca y la brujería, puedes inspirarte en esta festividad wicca para volver a las raíces de nuestras tradiciones y crear la magia de la Navidad.
Durante siglos, estas celebraciones marcan la entrada al invierno y un cambio en el ciclo de las estaciones. Si celebramos en un momento en el que el invierno se establece, con su clima frío y sus noches más largas, es para prepararnos mejor para la primavera, el regreso de la luz y la renovación de la naturaleza.
Una vez pasado este solsticio, los días vuelven a alargarse y el sol regresa poco a poco. Es este milagro lo que los humanos han celebrado desde la Antigüedad a través de la luz de las velas, el calor del hogar y el calor humano.
No siempre somos conscientes hoy en día, pero nuestras tradiciones navideñas más populares tienen su origen en las celebraciones de Yule. Incluso el tronco de Navidad que se come como postre hace referencia al verdadero tronco de madera que solía quemarse en la chimenea.
Mucho antes del árbol de Navidad, los celtas asociaban el mes del solsticio de invierno con el abeto, un árbol que simboliza el nacimiento y la vida. Durante las festividades del solsticio, se elegía un majestuoso abeto en el bosque para decorarlo con velas, frutas y flores que representaban la renovación de la naturaleza.
Para crear esta magia navideña en tu hogar, puedes elegir un árbol en maceta o un árbol vivo de tu jardín y decorarlo con luces y adornos naturales como piñas, figuras de madera, hojas y flores secas, y una estrella de paja.
También puedes decorar tu puerta con una corona de acebo, ya que se dice que esta planta protege el hogar y atrae buenos espíritus. Para celebrar la naturaleza que renacerá, puedes hacer cítricos pinchados con clavos de olor y practicar el smudging o la fumigación con incienso o con un smudge hecho de palitos de canela y agujas de pino.
Durante este período en el que las noches son largas, trae la luz a tu hogar, tanto literal como figuradamente. Para crear la magia de la Navidad, ¡no te limites a encender velas! Invita también a las personas que amas a compartir comidas y buenos momentos contigo. El solsticio de invierno es un momento en el que somos menos activos y podemos centrarnos en lo esencial al pasar momentos privilegiados con nuestros seres queridos.
En la actualidad, asociamos principalmente la celebración de Navidad con regalos materiales, pero no olvides que uno de los mejores regalos que puedes hacer a tus seres queridos es dedicarles tiempo. En este período que nos invita a pensar en los demás, la generosidad puede tomar diferentes formas: regalos y pequeños detalles para cada uno, pero también voluntariado y tiempo compartido con quienes amamos.
Para concluir, debes saber que la alegría de la Navidad también reside en la anticipación y en el tiempo pasado con la familia y los hijos preparando las festividades propiamente dichas. Desde principios de diciembre, puedes comenzar a sembrar lentejas de Santa Bárbara (otro símbolo de la renovación de la naturaleza), encender las velas de una corona de Adviento, hacer decoraciones naturales para el árbol de Navidad y, por supuesto, cocinar galletas navideñas y pasteles con ingredientes de temporada como especias, naranjas, manzanas y nueces. ¡Los preparativos son un ingrediente esencial para una Navidad mágica!