Si te digo "objeto encantado", quizás pensarás en el espejo de Alicia en el país de las maravillas, la calabaza de Cenicienta o el sombrero seleccionador en la saga de Harry Potter... Pero en la magia blanca, es posible practicar encantamientos en objetos mucho más comunes. Te invito a descubrir cómo encantar un objeto en 5 preguntas.
Un encantamiento es una operación mágica que se realiza en una persona o en una cosa.
Para encantar un objeto, es posible practicar diferentes rituales de magia blanca que sirven para vincular una energía y una intención al objeto elegido.
En teoría, es posible practicar un encantamiento en todos los objetos, incluyendo los más comunes.
Es interesante encantar algunos objetos cotidianos para darles propiedades mágicas. Por ejemplo, puedes practicar un encantamiento en:
• tu botella de perfume o tu cepillo de pelo para atraer el amor.
• tu billetera para atraer el dinero.
• tu bolígrafo favorito o tus herramientas de trabajo para encontrar inspiración.
• tus joyas para atraer la suerte o alejar el mal de ojo, por ejemplo.
Un objeto no necesita ser valioso para estar vinculado a una intención mágica. Lo más importante no es el valor real del objeto, sino el valor que tiene para ti, ya que toda la fuerza de un encantamiento se basa en la voluntad de la persona que lo practica.
Sin embargo, sin importar el objeto elegido, siempre es necesario limpiarlo y purificarlo antes de encantarlo. Este paso de purificación es indispensable para evitar la interferencia de energías residuales.
No existe un ritual único para encantar un objeto. Incluso se podría decir que hay tantos encantamientos como encantadores, ya que cada adepto de la magia blanca tiene sus propias creencias y rituales favoritos.
Entre las formas de encantamiento más comunes, se pueden mencionar:
- El encantamiento a través de los elementos agua, tierra, fuego y aire.
- El encantamiento sigilar mediante un sigilo (es decir, un emblema que simboliza una intención).
- El encantamiento con el apoyo de una entidad como un hada o una divinidad.
A modo de ejemplo, vamos a explicarte cómo encantar una joya para convertirla en talismán o amuleto.
Los amuletos y los talismanes son dos tipos de objetos mágicos que se llevan encima. Pero no tienen la misma función: un amuleto es una especie de escudo protector que aleja las energías negativas de su portador, mientras que un talismán sirve, por el contrario, para atraer buenas energías y apoyar los poderes mágicos de quien lo lleva.
Aquí te presentamos un posible ritual para conferir poderes mágicos a un objeto personal, como un anillo o un colgante.
Elige una joya que tenga sentido para ti, ya sea por su material y/o el simbolismo que transmite. Para crear un amuleto protector, puedes elegir un símbolo de protección como una herradura, un pentagrama o una garra de animal. Para crear un talismán aún más efectivo, elige un símbolo de aquello que deseas atraer, por ejemplo, un trébol de cuatro hojas para atraer la suerte o un trozo de cuarzo rosa para atraer el amor.
Formula una intención clara. Esta etapa es imprescindible en la mayoría de los rituales mágicos. Es crucial cuando se quiere vincular una intención y un poder mágico a un objeto.
Elige un entorno tranquilo y un momento propicio para realizar el encantamiento. Se recomienda practicar este tipo de ritual durante la fase de la luna creciente. Además, cada día de la semana se considera propicio para una forma de magia:
• El lunes para practicar la magia de curación.
• El martes para fortalecer tus poderes.
• El miércoles para facilitar la adivinación.
• El jueves para atraer el dinero.
• El viernes para atraer el amor.
• El sábado para practicar la magia de protección.
• El domingo para favorecer la felicidad.
Purifica el objeto con sal, rayos de luna, agua de manantial o smudging (usando incienso o un palo de humo).
Carga el objeto con tu intención sosteniéndolo entre tus manos para transferirle tu energía. Visualiza tu intención en tu mente, como si tu deseo ya se hubiera cumplido, y formula tu intención en voz alta. Para obtener más información sobre este tema, te recomiendo consultar el artículo "Cómo formular una intención".
Cuanto más tiempo y energía se invierta en un encantamiento, más tiempo durará la eficacia del objeto encantado.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los objetos encantados siempre terminan descargándose con el tiempo. Por lo tanto, deberás confiar en tu intuición y recargar tus amuletos, talismanes y otros objetos mágicos cuando lo consideres necesario.
Para recargar un objeto, puedes volver a realizar el ritual inicial o utilizar una placa de carga casera o comprada en una tienda esotérica. Las placas de carga son placas de madera, obsidiana o piedra de selenita grabadas con símbolos mágicos.