Aunque algunos solo ven estas cosas como chucherías y supersticiones infundadas, los objetos cargados de magia como amuletos, grigris y talismanes son tan antiguos como la humanidad misma. El amuleto de protección, que actúa como un escudo contra las energías negativas, puede servir para proteger a quien lo lleva, así como sus posesiones y su hogar. Vamos a explicarte cómo elegir y utilizar correctamente este objeto mágico.
A pesar de la confusión que existe al respecto, un amuleto no es lo mismo que un talismán o un objeto de buena suerte.
Los amuletos son objetos destinados a proteger a las personas y sus pertenencias del peligro, mientras que los talismanes sirven para atraer un beneficio particular a su dueño.
En otras palabras, un amuleto de protección actúa simplemente como un escudo contra las energías negativas y sus efectos perjudiciales en el plano físico, mental y espiritual.
La etimología de la palabra "amuleto" es latina. Este término deriva del latín amuletum, que se refiere a un pequeño objeto al que se le atribuye una virtud protectora contra todo tipo de males.
Los arqueólogos han encontrado amuletos en todas las civilizaciones de la Antigüedad, especialmente en la antigua Babilonia, entre los egipcios y los romanos.
El uso de objetos protectores se encuentra en todos los continentes, ya que en Asia también se utilizan amuletos para protegerse del mal de ojo e incluso los monjes budistas los fabrican...
No es exagerado afirmar que el uso del amuleto de protección es común a todos los pueblos del planeta, ya que testimonia una necesidad universal de la humanidad: protegerse de los peligros que amenazan al individuo, su hogar, su familia o su ganado.
La popularidad de los amuletos en todo el mundo también se explicaría por una creencia compartida por todos, a saber, la existencia de entidades negativas como los malos espíritus, el mal de ojo o los demonios.
El amuleto de protección es un objeto universal, existiendo tantos tipos como civilizaciones. En los primeros hombres, los amuletos eran joyas compuestas por elementos recolectados de la naturaleza, como piedras, huesos, conchas y dientes de animales.
Hoy en día, estos objetos pueden tener formas, materiales y aspectos extremadamente variados, desde simples bolsitas con hierbas secas hasta lujosas joyas.
Los materiales utilizados pueden ser piedras (comunes, semipreciosas o preciosas), metales incluyendo metales preciosos como oro y plata, así como madera, papel y tela como en el caso de los omamori (amuletos japoneses vendidos en templos en forma de pequeñas bolsas de tela bordada).
Los amuletos suelen tener en común:
• ser de pequeño tamaño
• diseñados para poder llevarse encima
• a veces adornados con una inscripción o un motivo pictórico que refuerza su poder protector.
Si desea utilizar un amuleto de protección para usted mismo o para su hogar, tendrá muchas opciones entre varios modelos.
Antes de ir a una tienda esotérica para adquirir uno o varios amuletos, tómese el tiempo para reflexionar sobre las razones por las cuales desea protegerse de ciertas influencias negativas.
También piense, antes de comprarlo, en cómo utilizará este objeto, ya sea colocándolo en su casa o llevándolo consigo.
Por razones prácticas evidentes, las joyas como un anillo, una pulsera o un colgante son los amuletos más fáciles de llevar siempre consigo.
A menos que optes por un amuleto casero hecho por ti mismo con tela, cuero, cuentas o hilos de lana, deberás hacerte las preguntas correctas cuando vayas a una tienda especializada.
Primero, pregúntate qué símbolo te gustaría usar para protegerte, por ejemplo:
• un ojo azul o una mano de Fátima contra el mal de ojo
• un símbolo religioso como una cruz, un Buda o un árbol de la vida
• un símbolo mágico como un pentáculo
• un animal sagrado como un escarabajo egipcio o tu animal tótem si lo conoces.
Si deseas adquirir una joya con piedras preciosas para aprovechar el poder protector de estas piedras, también pregúntate sobre los colores y materiales que te parecen más adecuados para tu caso.
En la litoterapia existen muchas piedras protectoras, como por ejemplo el ojo de tigre, que se supone que disipa las energías negativas y protege a quien lo lleva contra las influencias perjudiciales del entorno, así como contra las pesadillas y las ideas negativas.