El Smudging: ¿cómo Hacer Una Fumigación Purificadora?
A menudo utilizado como ofrenda a los dioses y diosas, el incienso también permite practicar un ritual de fumigación llamado smudging. Te invitamos a descubrir por qué y cómo quemar incienso, hierbas o madera sagrada.
¿Qué es el smudging?
El smudging es un ritual que muchas culturas consideran mágico o sagrado. Consiste en realizar una fumigación para purificar el entorno o purificarse a uno mismo.
Esta práctica ancestral existe en muchas culturas desde hace siglos. Puede tener diferentes objetivos como:
• purificar el entorno y disimular los malos olores
• hacer ofrendas a los dioses y diosas
• crear un ambiente agradable, propicio para la práctica de la meditación y el yoga
• liberar la magia contenida en hierbas o resinas al quemarlas.
¿Cuáles son los materiales naturales para quemar?
Para practicar el smudging o fumigación, se pueden utilizar diferentes tipos de materiales naturales:
• resinas como incienso y mirra, así como resina de benjuí
• madera como palo santo (una madera sagrada procedente del árbol sudamericano Bulnesia sarmientoi), sándalo o cedro
• cortezas como ramitas de canela
• hierbas como romero, salvia y hierba dulce.
Estos diferentes ingredientes se encuentran fácilmente en herboristerías y tiendas esotéricas. Si estás comenzando en esta práctica y no sabes qué elegir para hacer tu primera fumigación, debes saber que a cada ingrediente se le atribuyen propiedades específicas.
El incienso y la mirra, que se encuentran entre los regalos de los Reyes Magos en la Biblia, son considerados sagrados. En el hatha yoga, se dice que el humo de estas dos resinas ayuda a calmar la mente y alinear los chakras. Por lo tanto, puedes usarlos en una fumigación en una habitación antes de una sesión de yoga o meditación.
El palo santo se utiliza tradicionalmente por los chamanes para eliminar la energía negativa de un lugar y atraer amor y prosperidad. Su aroma amaderado tiene las siguientes propiedades:
• purificar un lugar u objeto
• favorecer la concentración y la práctica de la meditación de atención plena.
La salvia es una de las hierbas medicinales más comúnmente utilizadas para realizar una fumigación purificadora, ya sea en una habitación o sobre uno mismo. Su combustión tiene la particularidad de generar iones negativos que refrescan el ambiente. Si quieres purificar tu cuerpo y mente, puedes quemar salvia y pasar el humo por la palma de tus manos, debajo de tus axilas y debajo de tus pies.
La hierba dulce (cuyo nombre botánico es Hierochloe odorata) es una hierba sagrada a veces llamada "cabello de la Madre Tierra" porque está asociada con rituales femeninos. Al arder, desprende un ligero aroma dulce y vainilla que se supone que aporta serenidad, bondad y curación espiritual. No solo permite purificarse, sino también atraer energías beneficiosas a un lugar.
¿Cómo hacer una fumigación sin riesgos?
La primera método que debes conocer para practicar el smudging es hacer un palo de humo (o "smudge" en inglés), es decir, un pequeño manojo.
Reúne tallos con hojas (como salvia y romero, por ejemplo) en un ramo y átalos con una cuerda natural. Deja secar el palo de humo durante varias semanas en un lugar seco. Este paso de secado es indispensable para que el smudge se consuma de manera suave y uniforme.
Cuando el palo esté bien seco, simplemente enciende su extremo con la llama de una vela o un fósforo. Haz que el humo ondee alrededor de ti en el lugar que deseas purificar. Este método de smudging es seguro, ya que el palo se apaga por sí solo después de unos minutos.
El segundo método de fumigación consiste en quemar directamente las hierbas o resinas de tu elección sobre un carbón ardiente, previamente encendido y colocado en un soporte resistente al calor como una concha de vieira o un pequeño incensario.
Independientemente del método elegido, siempre manipula la llama del fósforo o la vela con precaución.